Powered By Blogger

sábado, 31 de diciembre de 2011

SIN SUSBSIDIOS Y DISCRIMINADOS ????


A partir de mañana 1º de enero de 2012, y como para empezar el año con todas las pilas (porque mejor no enchufar nada a un toma corrientes) comienza una nueva etapa en la Argentina.   La de des-subsidiar a una parte de los adinerados, acaudalados y burgueses ciudadanos de determinados barrios cerrados, countries y zonas top de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que durante tantos años ha mantenido el Gobierno Nacional con su desinteresado y  popular accionar.   Nada más justo que quien más tenga más pague.  Nada mejor que quien menos tiene menos pague.   Si tienen dinero para poder pagar lujosas propiedades y ostentosos vehículos en las zonas más caras y aristocráticas del país, también tienen que tener la generosidad de pagar más por lo que otros pagan menos.   En plan de profundizar el modelo que está llevando al país a lo más profundo de su ser, a partir del año 2012 comenzará sin dudas a dar sus mejores frutos.

Sin embargo, me pregunto:
No es un poquito discriminatoria la medida de quitar los subsidios a unos y a otros no, por el solo hecho de tener mejores ingresos económicos y mayor riqueza.??
Por que es justo que dos personas, paguen distinto precio por el mismo servicio??
Sería justo que dos personas paguen distinto precio en un Supermercado por la misma mercadería por el hecho que uno tiene mejores ingresos que el otro??
Se puede decir que es justo un Gobierno que genera este tipo de situación??

Resulta absolutamente improbable, hasta diría imposible, que en este caso tan particular y caro para el Gobierno Nacional, el INADI hiciera lugar a algún reclamo de tal naturaleza.  

Sin embargo, si leemos el art. 1 de la Ley 23.592 y lo analizamos ligeramente en relación al asunto en cuestión, quien podría afirmar que resulta inaplicable??

El texto en referido dice:
Quien arbitrariamente impida, obstruya, restrinja o de algún modo menoscabe el pleno ejercicio sobre bases igualitarias de los derechos y garantías fundamentales reconocidos en la Constitución nacional, será obligado, a pedido del damnificado, a dejar sin efecto el acto discriminatorio o cesar en su realización y a reparar el daño moral y material ocasionados. A los efectos del presente artículo se considerarán particularmente los actos u omisiones discriminatorios determinados por motivos tales como raza, religión, nacionalidad, ideología, opinión política o gremial, sexo, posición económica, condición social o caracteres físicos.”

No hay dudas que la decisión del Gobierno de eliminar los subsidios es “arbitraria”, porque si uno lee y escucha lo que constantemente vienen diciendo y sosteniendo los distintos Funcionarios nacionales por los medios de comunicación –más allá que se haya prorrogado en forma casi deportiva la Ley de Emergencia Económica- el país sigue creciendo en forma indeclinable y sostenida rumbo a un camino de éxito inevitable.   No se habla nunca , porque no corresponde, de crisis, de pérdida de reservas ni de inflación ni de aumento de gasto público que pudiera generar una necesidad evidente e inevitable de tener que eliminar los subsidios a los servicios públicos.  Todo lo contrario, el país está blindado y en pleno ascenso.   En consecuencia, no cabe más que pensar que la decisión de eliminar subsidios a los servicios públicos cuando no hay una necesidad concreta y eficiente que así lo justifique califica de arbitraria tal medida.

Tampoco hay dudas que esta medida afectará derechos y garantías constitucionales, toda vez que no solo se estaría violando el derecho constitucional de propiedad del usuario, sino que también y en forma evidente, el principio de igualdad ante los demás ciudadanos, ya que habrá quien por el mismo servicio pagará más que otro, como si un producto en una estantería de un negocio tuviera dos precios diferentes según quien lo compre.

Finalmente, y ya mucho más claro, resulta el hecho de existir una evidente discriminación en función de la posición económica y condición social para que unos puedan pagar menos por un servicios y otros más por el mismo servicios.   El hecho de vivir en una determinada zona que se considera como de ciudadanos poderosamente ricos y acaudalados –también hablaría esto de una posición evidentemente prejuiciosa- calificaría a los mismos para tener que pagar más por lo mismo.

En mi opinión, todo acto discriminatorio debe ser penado y repudiado sea quien fuera el discriminado.   No me agrada la discriminación a quien no tiene pero tampoco a quien tiene.  No me resulta agradable saber que quienes dirigen los destinos del país, bajo conceptos prejuiciosos y contradictorios, avalan y generan situaciones absolutamente injustas.   

viernes, 30 de diciembre de 2011

EL DESFIBRILADOR Y SUS SEMEJANZAS

Según la Enciclopedia de Tecnología Médica publicada por el diario El Mundo de España un desfibrilador cardiaco es un aparato que envía una corriente eléctrica al corazón de forma sincronizada y con una intensidad determinada. Se emplea para interrumpir un tipo de arritmia cardiaca, la fibrilación ventricular, capaz de producir la muerte en pocos minutos. Esta arritmia es muy frecuente, sobre todo en la cardiopatía isquémica (angina de pecho e infarto agudo de miocardio).
Si pudiera transportarse este concepto al ámbito sociopolítico, podría llamarse desfibrilador a aquel instrumento que pudiera tener la capacidad suficiente para evitar los diferentes vaivenes políticos, sociales y económicos por los que todas las sociedades transitan a través del tiempo.

Un repaso histórico de cualquier sociedad determinada en el mundo nos enseña que no hay lugar del planeta que escape a estos procesos cíclicos que, con mayor o menor velocidad e ímpetu, van describiendo diferentes registros e hitos históricos, llegando incluso en algunos casos a tener la gravedad y entidad suficiente como para poder asemejarse a lo que un infarto puede ocasionar en una persona física.

Siguiendo el mismo orden de ideas, podría decirse que un fibrilador sería aquel instrumento que intente –obviamente en vano en este caso- evitar que estos vaivenes sociopolíticos puedan tener la gravedad suficiente para ocasionar daños irreparables.