DESCONCIERTO KIRCHNERISTA
Las declaraciones políticas provenientes del ala dura del kirchernismo posteriores a la manifestación ciudadana llevada a cabo en el atardecer y noche del último jueves 13 de setiembre en muchos puntos del país y principalmente en Capital Federal, no hacen más que evidenciar su absoluta desorientación al respecto.
Consultado el Jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina al respecto intentó minimizar la realidad señalando que la manifestación en cuestión al Gobierno Nacional "no le mueve el amperímetro", porque "a los que manifestaron les importa más Miami", para finalizar aconsejando a los manifestantes que "Tienen que armar un partido, presentarse a elecciones y ganarlas".
Lo mismo ocurrió con el Senador Aníbal Fernandez, quien rara vez queda descolocado en su habitual facilidad para confrontar, toda vez que indicó que si bien "el Gobierno toma nota de cada una de las manifestaciones" respecto a los manifestando señaló que "no se entendía bien que reclamaban".
Tampoco quedó ajena al desconcierto la propia Presidenta de la Nación Cristina Fernandez de Kirchner quien expresó desde La Rioja: "Nerviosa no me voy a poner".
Peor aún estuvo el ultrakirchnerista diputado Carlos Kunkel quien al no tener un interlocutor válido a quien dirigir su crítica y fastidio, intentó hacerlo contra Francisco de Narvaez, quien justamente no puede atribuirse ningún éxito o responsabilidad alguna respecto al cacerolazo del último jueves.
Lo mismo sucedió con los programas televisivos oficialistas "Duro de Domar" y "6,7,8", así como los periódicos "Página 12" y "Tiempo Argentino", todos los cuales se los notó descolocados por no tener frente a sus ojos más que manifestantes, sin que nadie se atribuyera su responsabilidad o convocatoria, y sin que pudieran subjetivar o puntualizar sus críticas a una persona física u organización política o social puntual y determinada.
Estas posturas adoptadas por el kirchnerismo no son más que las lógicas y esperables ante un acontecimiento como el que se analiza. Las declaraciones reseñadas, que solo son algunas, constituyen la reacción lógica desde el punto de vista del Kirchnermismo. Negar la realidad y generar siempre un contrapeso para construir poder forman parte de la genesis K para la construcción de poder. Sin oponente no tienen forma de construcción de poder. Siempre funcionaron así y cuando esta realidad se modifica se configura una situación crítica que no saben ni pueden solucionar. Porque para el kirchnerismo, como fuerza política, la construcción del poder se formaliza mediante el aglutinamiento de opiniones y acciones contrarias a alguien determinado en forma precisa y puntual.
Desde su génesis, el Kirchnerismo con Néstor Kirchner a la cabeza como impulsor ideologico de una forma de concretar y congregar poder, siempre tomó como premisa fundamental la de buscar un enemigo común para por medio de la confrontación obtener la aceptación de todo aquél que estuviera, aunque sea mínimamente, en contra. Siempre tiene que existir un enemigo, un opuesto, un opositor, un polo contrario y contrapuesto para poder aglutinar a todo aquel que rechaza la idea del contrario. Sumar todo lo que se me oponga, lo que es distinto a sumar todo aquello que coincida con mi propuesta. Por esto es tan impotante en el propio partido gobernante la idea de enemigo - amigo. El que no está conmigo es mi enemigo, y crear este espectro mediante la utilización política de ideas que no generen rechazo en la mayoría, aunque sea por una cuestión meramente circunstancia, patriotica, o a instancias de una manipulación. Así se gestionó la estatización Aerolíneas Argentinas donde el enemigo al igual que en el caso YPF fue España, Iberia y Repsol. En el caso de los subtes el enemigo es la derecha, la Empresa Techint, Gran Bretaña, también lo fue Uruguay en el caso de las pasteras, y así un sin fin de hechos y acontecimientos donde se utilizó la figura del enemigo puntual y determinado para una vez identificado poder atacarlo, mostrarlo como el enemigo de la Nación y poder sumar consenso en su consecuencia.
En este caso, justamente esto no sucede. Y eso, los descoloca.
No hay absolutamente ninguna figura política, social, sindical, ningún Ingeniero, pseudo Ingeniero, ni siquiera un cartonero a quien identificar como ideólogo de la protesta. Solo pueden decir que fue "organizada" mediante mails, Facebook y Twitter, sin poder culpar a nadie en particular por el hecho.
Con lo cual, sin enemigo determinado y puntual a quien dirigir sus cañones ideológicos se les acaba la idea de construcción de poder mediante la fórmula mágica que hasta el presente tantos resultados le dió, esto es la idea de "enemigo" versus nosostros, los que combatimos bajo la idea de lucha nacional y popular contra este opositor. Esta vez le pegó en la propia cara una especie de fantasma, fueron todos y fue nadie, fue la clase media pero también los ricos y los que no tienen, al no ser identificado el enemigo, siguen reaccionando como cuando Kirchner despues de Cromañón, negando la realidad, se fue al Calafate y no hizo ninguna manifestación por días. Como el silencio de Cristina Kirchner despues del accidente de Once y muchas veces más.
Sin embargo, esta vez lo que en realidad no alcanzan a comprender es que este enemigo que tanto quieren encontrar e identificar, si existe. Pero no lo entienden porque su otra razón genética, su constante negación de la realidad no se los permite. Esta vez el enemigo son ellos mismos.
El enemigo que buscan es su propia soberbia, su falta de apego a la Constitución, la inexistencia de institucionalidad, el constante avasallamiento a los derechos de los ciudadanos, la desidia frente a los problemas de la gente, la inseguridad, la inflación y sus constantes negaciones esa vergonzante realidad, su falta de nivel para poder ejercer el poder, su intento de considerarse como el Estado cuando simplemente son nuestros representantes, sus ansias por perpetuarse, todos estos son sus enemigos, lo que dificilmente puedan ver. Y que en todo caso si alcanzar alguno de ellos a ver, por una cuestión de lealtad y temor reverencial jamás expondrían en público o ante su Jefa.
Es muy dificíl que puedan ver esta realidad porque los supera, es más fuerte que ellos mismos. Sin la soberbia y la subordinación absoluta difícilmente conciban la idea de poder. Será por eso que el hecho del jueves pasado tanto desconcierto y temor les genera, porque saben perfectamente que sin un enemigo enfrente contra quien aglutinar sus fuerzas difícilmente puedan seguir con su proyecto hegemónico.