CRISTINA EN EL PAÍS DE LOS ELEFANTES
KIRCHERISMO: COMO CREAR Y EJERCER EL PODER POLÍTICO
El lunes 30 de julio de 2012, en el Salón de las Mujeres Argentinas del Bicentenario de la Casa de Gobierno, la Presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner pronunció un discurso en el cual presentó en sociedad un nuevo proyecto para combatir la violencia en los espectáculos deportivos.
Durante su amplia alocución la Presidenta formuló consideraciones que dieron origen a distintas polémicas en los medios de comunicación y en la sociedad. Así enumeró varias anécdotas personales y familiares, habló de la “cadena nacional del miedo y del desánimo”, de “Vatallón Militante”, de los “barrabravas”, sin obviar u olvidar criticar tanto a los medios de comunicación no oficialistas como a la oposición política.
Sin embargo, hubo unas pocas palabras que pasaron casi desapercibidas pese a que llamativamente mostraban en forma cruda y directa la verdadera doctrina política del Kirchnerismo respecto al modo y forma de generar y ejercer el poder político. La Presidenta promediando su discurso, casi sin lógica discursiva y en un cuasi desorden metodológico criticando a los medios de comunicación, puntualmente expresó:
“Néstor siempre me decía: “Los elefantes son grises, cuando uno quiere que un elefante no se vea, ¿qué hay que hacer?, poner varios elefantes y si lo quiere disimular más, que el elefante sea verde o rosa” Vieron que un elefante rosa o verde no existe, así que, llama más la atención todavía.”
En pocas palabras, en este corto párrafo la Presidenta refirió claramente el modo y forma en que considera se debe construir y ejercer el poder público. No se trató de una simple e inocente metáfora, sino justamente de una definición de principios de doctrina política. Fue una expresión de teoría política respecto al modo de entender la construcción de poder, su concentración y ejercicio, lo que por otra parte explica muchísimas cuestiones que quizás resultaban inentedibles o carentes de sentido.
Lo trascripto no es ni más ni menos que lo que ha hecho el ex Presidente Kirchner durante su gestión y lo que está haciendo actualmente la Presidenta. La mejor manera de tomar alguna acción de gobierno o crear situaciones que pudieran tener como resultado acceder a mayor poder político está en generar situaciones o hechos que puedan llamar la atención para desviar la mirada sobre lo que ellos consideran importante.
El famoso lingüista y filósofo norteamericano Noam Abraham Chomsky describió como una de las 10 Estrategias de Manipulación Mediática la de La Distracción. Generar elementos por los cuales la sociedad se intereses para de este modo poder tomar decisiones que la población no advierta y que justamente responden a los intereses del sector gobernante. Al decir del Kirchnerismo sería parir cuantos elefantes sean necesarios para que confundan a los ciudadanos respecto a cual de todos los elefantes puestos en escena es el verdadero.
Se explica de tal formar el motivo por el cual resulta casi genética en la política K la constante conflictividad y confrontación. Forma parte de esta estrategia política tanto la confrontación constante contra sectores nacionales o internacionales con la finalidad de generar un conflicto donde no lo hay o agrandar el existente, como la intención clara y evidente de crear varias realidades para que nadie sepa realmente cual es la situación existente.
Así, no fue casual la desintegración del INDEC como Instituto serio y fiable para la elaboración de estadísticas. ¿Quién puede decir hoy en día cual es la inflación real? ¿Cuántos pobres o indigentes hay? ¿Cuál es la deuda concreta del Estado? ¿Cuáles son las reservas del Banco Central? ¿Cuál es el nivel de ocupación y de subocupación? ¿Cuáles fueron los datos del último Censo Nacional? Nadie lo sabe a ciencia cierta porque en realidad lo que han roto es el “termómetro”, el “medidor”. Más aún, se lanzar a la opinión pública expresiones absolutamente hirientes y desafortunadas con la sola intención de desviar la atención, tal el caso del propio INDEC al informar que una persona puede comer con seis pesos por día, más allá que con estos seis pesos se pueda comprar una botella de agua mineral. Así, se sabe que hay pobreza, indigencia, inflación, deudas, corrupción, etc., pero no se sabe la entidad o importancia de cada una. Y si alguien intenta informar algo al respecto, el Estado aparece cual “cazador de elefantes” para prohibir la difusión de estos datos so pretexto de considerarlos actos terroristas, llegando incluso a sancionar una Ley que amedrente en tal sentido o lanzar a la propia AFIP para que truene el escarmiento.
Y esto es así porque en realidad lo que se está tratando de hacer es construir tantos “elefantes” como se pueda para mezclarlos con otros “elefantes”, y de este modo nadie pueda precisar cual es el paquidermo verdadero y cual el falso.
Lo mismo sucede en muchísimos otros órdenes de la información de cuestiones públicas. No solo hay muchas estadísticas que se publican respecto a la marcha de la economía, todas bajo el mismo manto de sospecha por su parcialidad, sino también mercados oficial y paralelo de divisas para que nadie sepa exactamente el valor real las mismas, llegándose incluso a prohibir la transacción de divisas (tal como se hiciera con la publicación de estadísticas respecto a la inflación). También se controvierte respecto a la supuesta inexistencia de inseguridad refiriendo solo a una “sensación”, a una fabulación de los medios, a la reiteración de noticias policiales que interesadamente se muestran una y otra vez.
Con la misma finalidad se ha instalado tanto el mensaje de “Clarín Miente”, que no existe prensa independiente, y que está bien que haya “periodismo militante” justamente para que no haya información creíble, porque toda debe estar sospechada de parcialidad, intencionada o subjetiva. Que nadie le crea ni a unos ni a otros. Así, el Kirchnerismo intenta que la sociedad no le crea ni a “6, 7, 8” , Página 12 o El Argentino ni a La Nación a Clarín o Perfil. La idea es que cada uno de estos medios sea otro “elefante” al cual nadie le crea. Disimular la realidad que cada uno sufre, padece o disfruta según el caso, pero con la duda respecto a si esta realidad existe o no.
Así, con esta estrategia de doctrina política se utilizan medios de comunicación de inocultable signo oficialisɴas como Página 12, El Argentino, BAE, muchas radios, señales televisivas (CN23) y el inefable “6,7,8” y otros absolutamente opositores como TN, La Nación y Clarín (que antes no eran tales, pero que justamente la propia estrategia de confrontación necesitan) como forma de construir varios “elefantes” que pueda mezclarse con la propia realidad de cada ciudadano. De tal forma que cada uno ve el “elefante” que más le gusta, pero la premisa sigue siendo la misma, que no le crea a ninguno.
Obviamente, el hecho de construir “elefantes” y mezclarlos con otros hasta lograr una manada no es simple deporte. Tiene una clara finalidad e intencionalidad política, y es que mientras la opinión pública pelea contra ellos, el Gobierno toma decisiones que pasando desapercibidas resulten funcionales a sus intenciones de profundizar y asegurar su poder para perpeturarse.
Durante las discusiones con el campo se sancionó una Ley para la confección de nuevos documentos de identidad, de modo que no sea necesario el viejo DNI para tener la constancia de votación en el mismo. Se propuso que con una tarjeta se pueda ir a votar y que se le de constancia de votación a quien vaya a sufragar. El interrogante surge al pensar que pasará cuando alguien quiera votar y se le diga que “ya votó”. Antes, si no estaba sellado el DNI era porque no había votado. Y ahora?? Para este interrogante no hay respuestas hasta el presente.
También se propone que los menores hasta 16 años puedan ir a votar. Justamente en momentos que se da a publicidad algo que el Gobierno vienen haciendo hace rato, el adoctrinamiento juvenil por medio de la Cámpora y sus medios de difusión. No es una circunstancia casual la decisión, sino justamente causal.
Tampoco lo es que se pretenda hacer votar para Presidente a los extranjeros, cuando ninguno de ellos podría serlo. Será también una casualidad que los subsidios para extranjeros sean uno de los que con mayor facilidad se obtienen?? Tampoco tiene respuesta clara, más allá de la simple razón de construir poder político pariendo preciosos “elefantes” que puedan convivir con otros de modo de pasar desapercibidos y confundir a la ciudadanía respecto a su existencia real o virtual.
Mucho menos casual es el hecho de ir instalando en la sociedad la inexistencia de una oposición coherente (más allá que la haya o no), que no hay otra opción, que los otros no saben tomar decisiones, y naturalmente la idea de la reelección.
La expresión doctrinaria inicialmente referenciada aclara el motivo por el cual el Ejecutivo vive en confrontación directa con el campo, con la Rural , con Macri, Clarín, La Nación , Magnetto, con Repsol, los ingleses y Malvinas, Uruguay por Botnia, el Rio Uruguay o lo que fuere, Scioli, Moyano, Lanata, Bonelli, las inmobiliarias, el abuelito avaro de Mar del Plata y contra quien fuere. La idea es crear muchos elefantes para que nadie pueda saber claramente cual es el elefante real, y atacar a aquellos que puedan poner en peligro o desnaturalizar la existencia de sus elefantes.
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